Cómo afrontar la adversidad: zanahoria, huevo o café

Que la vida es dura no es nada nuevo en el universo. Es dura a los dos años cuando aún te caes al andar. Aún más cuando a los 5 tienes que vértelas en el cole con algún compañero que te quiere quitar los lápices. En la adolescencia, en la juventud y más tarde cuando acabas tus estudios y tienes que enfrentarte a todo eso que se llama mundo y que hasta ese momento no te has planteado descubrir.

Hay etapas en las que **estás tan ocupado en sacar adelante una familia y desarrollar plenamente tu profesión que no te paras ni a pensar cómo afrontar los desafíos y las adversidades**. Lo más fácil es catalogar a las personas como blandas o duras. A veces te dicen «tú eres fuerte» como queriendo darte ánimos y lo que hacen es generarte más ansiedad.

Por fin te das cuenta que **no hay solo dos categorías de personas, las blanditas y las fuertes.** Las que se vienen abajo frente a los problemas, pero no cualquier problema, sino de esos problemas que marcarán tu futuro y tu forma de vida, vamos, lo que viene a llamarse situaciones muy difíciles, serían las blanditas. A estas las llamaremos zanahorias porque se deshacen si las hierves un poco.

Luego estarían las duras, esas que con el tiempo se vuelven más enteras y fuertes. Como los huevos, que si los hierves se endurecen y cambian de forma y hasta de color.

Pero en el video que os dejo a continuación encontraréis otra forma de afrontar esos momentos adversos, en los que parece que todo se nos viene encima. Porque sí, **hay días en los que uno piensa que es mejor no existir**, todo nos sale mal, todo se derrumba, a nuestro alrededor no encontramos donde apoyarnos. Desilusión, desencanto, desesperación, personas que te defraudan, esperanzas frustradas.

Pues aquí es donde **uno puede ser un grano de café.** Un simple, pequeño y común grano de café que cuando lo hierves consigue transformar el agua en una deliciosa bebida, café. Esta es la otra opción, cambiar lo que nos rodea.

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Ghandi iba más allá y dijo que **para cambiar el mundo hay que empezar por uno mismo**.

Así que a reflexionar: Si queremos cambiar lo que nos rodea quizás deberíamos empezar por dejar de ser un huevo o una zanahoria.

Ghandi

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